Los tres hábitos sociales del siglo XXI que más oportunidades de negocio están creando

Vivimos en un mundo de constantes cambios. La tecnología avanza a un ritmo tan vertiginoso que no hay margen para digerir los nuevos escenarios. Son fugaces. Por eso cada año se ponen en marcha multitud de proyectos que buscan articularse en el entorno digital, encontrando pequeños nichos de mercado que ofrecen los hábitos sociales del siglo XXI. Así, se multiplican los emprendedores que apuestan por la creación de un e-commerce, una startup o aplicaciones y herramientas digitales que despierten el interés de los usuarios.

Muchas de esas nuevas tentativas están vinculadas a alguno de los tres hábitos sociales con mayor crecimiento a lo largo de los últimos 20 años: el culto a la imagen personal y el cuidado físico mediante el deporte; la sostenibilidad y el respeto por el Medio Ambiente ; y la concienciación sobre una alimentación saludable. El individuo del siglo XXI cuida más que nunca de su cuerpo y del planeta. Y a partir de ahí, las oportunidades de negocio se disparan en todas direcciones.

Un país de «runners» y criaturas similares

Primero fueron los gimnasios, después el running y ahora el yoga o el crossfit. El fitness se ha convertido en el pasatiempo favorito de millones de personas, e incluso para muchos aficionados, en una necesidad. Así lo confirma el estudio realizado por el Grupo Nielsen Sports, cuyo informe habla de un 33% de ciudadanos españoles que sale a correr con regularidad (tres veces o más por semana), una cifra que parece incrementarse año tras año. Otro estudio, elaborado por Statista, asegura que en el 2019 nuestro país contaba con más de 5, 5 millones de usuarios de gimnasio.

Es evidente que hacer deporte es una prioridad para una enorme porción de la población española actual. Entre los motivos que aluden los encuestados en diversos estudios se encuentran el deseo por mejorar la condición física, mantener la salud, controlar el estrés, reducir el peso o prepararse una prueba deportiva por simple diversión.

Esta creciente pasión por la actividad física y los eventos deportivos ha generado en la última década grandes oportunidades en el mercado. Algunos de los casos más exitosos son los de Deporvillage, startup líder en facturación en la venta de material deportivo especializado; Deporticket, plataforma online de inscripciones a competiciones populares; o cualquiera de las docenas de aplicaciones que encontramos en el «store» de nuestro smartphone para medir las calorías quemadas, los kilómetros recorridos y otros tantos datos de interés para los practicantes de deporte.

También han proliferado en este sentido multitud de productos y servicios dirigidos a facilitar la actividad física, optimizarla o realizarla de manera controlada y supervisada por profesionales del sector.

La necesidad de alimentarse saludablemente

A buen seguro, este aumento de la cifra de deportistas se puede vincular con la creciente concienciación social sobre la alimentación y la dieta. A lo largo de los últimos años se ha multiplicado la cantidad de información disponible sobre los alimentos y productos que llenan nuestro carro de la compra. Esa avalancha informativa ha desencadenado en una nueva percepción sobre la alimentación. Ahora vigilamos de manera más escrupulosa lo que comemos y nos esforzamos por distinguir los nutrientes que damos a nuestro cuerpo.

Los motivos de este control sobre los alimentos también responde a cuestiones de salud e imagen. Los individuos cada vez se preocupan más por su apariencia, como así demostró un famoso estudio realizado por la publicación científica Body Image, concluyendo que el aspecto físico ocupa un lugar vital en la escala de motivos que consideramos para ser felices (el tercer lugar en el caso de las mujeres y el segundo en el de los hombres).

Pero también esa tendencia por los hábitos de vida saludables en general y la influencia, cada vez más evidente, de lo que comemos con la aparición de enfermedades y patologías, ha llevado a muchas personas a desear un control total sobre su alimentación.

Y de manera paralela a este «boom» de la nutrición han aparecido multitud de canales, soportes y plataformas con recetas de todo tipo y dirigidas a públicos muy diferentes. También numerosos programas y concursos televisivos que han influido en esta nueva afición por la cocina. El caso más exitoso al respecto es el de Tasty, un portal de vídeos rápidos de recetas que reunió a más de 100 millones de seguidores en su página de Facebook.

De igual modo, en la tienda virtual de nuestro teléfono móvil encontramos multitud de aplicaciones que informan y ayudan a conseguir el tipo de dieta deseado por cada usuario.

El ecosistema, una responsabilidad común

Otro eje que durante la última década ha ganado visibilidad en nuestras vidas es la preservación del Medio Ambiente y la Naturaleza. Las políticas de los países desarrollados y las asociaciones que trabajan por la sostenibilidad del planeta han conseguido involucrar a una gran parte de la sociedad en este objetivo común.

Así, el mercado ha experimentado un crecimiento del número de empresas vinculadas de algún modo u otro a este fin, ya sea a través del reciclaje de productos, sustancias y materiales que pueden tener una segunda vida, mediante la reducción de plásticos y otros desechos contaminantes, con el mejor aprovechamiento de los recursos naturales o mediante la reducción del consumo energético.

Pero los esfuerzos no responden solo a una cuestión ecológica y ambiental, sino también económica ante el agotamiento de algunos recursos cada vez más escasos en un planeta que se ha explotado en exceso durante mucho tiempo. Ante ese preocupante escenario, la industria de las energías renovables ha ganado un protagonismo necesario en las últimas décadas. Además, las investigaciones para un mejor cuidado y aprovechamiento de la Naturaleza no cesan. Y ante ese escenario, oportunidades para poner en marcha proyectos que, además de generar rentabilidad económica, contribuyan a proteger el Medio Ambiente.