Franquicia: ¿Quién decide el precio de los productos franquiciados?
Los precios deben ser fijados por el franquiciado, ya que la imposición de precios por el franquiciador se considera una conducta restrictiva de la competencia. Te detallamos esta y otras cuestiones en este artículo.
Redactado por Apuntes&Consejos
En un contrato de franquicia, el franquiciador puede fijar precios de venta máximos o recomendar un precio de venta con el fin de que el franquiciado tenga la posibilidad real de determinar el precio de venta al público.
Es posible que en el contrato se incluya una cláusula en la que se establezca la potestad del franquiciador para imponer los precios de venta. Pues bien, esa cláusula es nula de pleno de derecho, por lo que podría denunciarse y dar lugar a la resolución del contrato.
El hecho de que el franquiciador establezca determinadas promociones que el franquiciado debe aplicar en su negocio es una fórmula encubierta de fijación de precios por parte del primero, por lo que también supone una práctica ilegal.
¿Puede el franquiciador controlar la actividad del franquiciado?
El franquiciador tiene potestad para controlar, dentro de unos límites, la actividad desarrollada por el franquiciado, con el fin de verificar el cumplimiento del contrato y que no están cometiendo irregularidades en la gestión del negocio que puedan llevar a dar una mala imagen de la marca.
La fijación en el contrato de cánones periódicos en función de un porcentaje de las ventas justifica, por sí sola, un derecho de información concreto a favor del franquiciador y la correlativa obligación del franquiciado de rendir cuentas de forma periódica.
El ejercicio del derecho de control activo implica para el franquiciador el reconocimiento, a su vez, de la facultad de realizar inspecciones periódicas de los locales del franquiciado y de los medios de transporte objeto del contrato, incluyendo los productos vendidos y los servicios prestados, así como de la facultad de acceso o disponibilidad a la documentación contable que guarde relación con la explotación de la empresa franquiciada (facturas, recibos, declaraciones fiscales, libros de comercio, etc.), para su examen por sí o por la persona por él designada.
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