Limitación de la incapacidad absoluta de un encargado forestal

El trabajador no ha visto reconocida su incapacidad total para cualquier tipo de empleo a pesar de padecer una patología cardiovascular y una lesión en la rodilla.

El caso en cuestión involucra a un trabajador que ya había obtenido una sentencia favorable en un juzgado de primera instancia, reconociéndole la incapacidad total para su profesión de capataz. Sin embargo, al considerar que su estado de salud le impedía desempeñar cualquier tipo de trabajo, recurrió la sentencia ante el TSJCLM solicitando la declaración de incapacidad absoluta.

Los magistrados de la Sala Social han desestimado el recurso

Consideran que, si bien el trabajador sufre diversas patologías, estas no le incapacitan por completo para desarrollar cualquier tipo de actividad laboral. En su fallo, los jueces han destacado que para declarar la incapacidad absoluta es necesario que el trabajador esté totalmente inhabilitado para cualquier profesión u oficio, lo que implica no solo poder desplazarse al lugar de trabajo sino también realizar las tareas propias del puesto con un mínimo de rendimiento y eficacia.

En el caso concreto, el TSJCLM ha concluido que la patología cardíaca del trabajador no le impide realizar tareas de carácter ligero o sedentario, y que la lesión en la rodilla, aunque limitante, no ha sido suficientemente probada como para justificar una incapacidad absoluta.

Esta sentencia pone de manifiesto la exigencia de la jurisprudencia para reconocer la incapacidad absoluta . Los tribunales son cautos a la hora de declarar esta situación, ya que implica una pérdida total de la capacidad laboral y tiene importantes consecuencias económicas y sociales para el trabajador.

Por lo tanto, para obtener la declaración de incapacidad absoluta, es necesario acreditar de forma fehaciente que las patologías sufridas impiden por completo el desempeño de cualquier tipo de trabajo, independientemente de su naturaleza.