Siete trucos para organizar tu trabajo si eres autónomo

Según el Ministerio de Trabajo y Economía Social en España se cerró el ejercicio 2019 con más de 3.200.000 afiliados por cuenta propia en el RETA, de los cuales cerca de 2 millones lo hacían como autónomos, es decir, personas físicas que no están integradas en ningún tipo de sociedad o entidad mercantil. Si bien esas cifras se han estabilizado a lo largo de la última década, el escenario económico derivado de la actual crisis del COVID incita a pensar en un aumento de trabajadores freelance.

A continuación te ofrecemos siete consejos para organizar tu trabajo si eres autónomo:

1. Haz coincidir tus horarios laborales con los de tus clientes. Principalmente, por una cuestión de disponibilidad. De lunes a viernes la jornada de trabajo en España comienza en torno a las 9:00 y finaliza entre las 18:00 y las 20:00 en función de la tipología de la empresa. En la medida de lo posible y aunque seas «dueño de tu tiempo», trata de adaptar tus horas de trabajo a estas franjas horarias para facilitar la comunicación con tus clientes e imponerte una rutina laboral si tus circunstancias lo permiten.
2. Usa un cuaderno de trabajo para registrar toda la información importante. Una agenda, un calendario o cualquier software que te permita organizar los tiempos de tus tareas, planificar el trabajo y llevar un control detallado sobre tus obligaciones. Algunas informaciones básicas que siempre debes tener a mano son los encargos recibidos, los presupuestos acordados y las fechas de entrega. También es recomendable contar con un bloc de notas para apuntar ideas, peticiones de los clientes y otras informaciones relevantes para el buen desempeño de tu trabajo.
3. Sé realista con la cantidad de trabajo que puedes asumir. Como freelance tendrás etapas en las que padezcas lo que la psicóloga Zoraida Rodríguez llama «El síndrome del autónomo», la inquietud de no contar con un salario fijo a final de mes y la consecuencia directa de aceptar todos los trabajos que lleguen, aunque el volumen sea excesivo para tu capacidad productiva. Es importante que aprendas a calibrar la cantidad de trabajo que asumes y encuentres el equilibrio necesario entre satisfacer a tus clientes y no ahogarte en interminables jornadas laborales.
4. Jerarquiza tus tareas. Diferencia entre lo importante y lo urgente, así como entre lo fácil y lo costoso, y asigna una jerarquía a cada tarea para saber el nivel de exigencia y apremio que tiene cada trabajo. Psicológicamente, tendemos a hacer primero los trabajos más sencillos, aunque sean menos urgentes. Trata de buscar el equilibrio entre estas variables para satisfacer las demandas y tiempos de todos tus clientes.
5. Redistribuye la carga de trabajo en vacaciones. Si tu empleo lo permite y puedes adelantar o retrasar trabajo, trata de hacerlo de manera equilibrada entre las semanas anteriores y posteriores a tus días de vacaciones. Reparte con equidad en varias jornadas las tareas pertenecientes a esos días de descanso. Evita los «atracones de trabajo», ya que no suelen funcionar: bajan el rendimiento y aumentan las posibilidades de cometer errores.

6. Calcula el número de horas que quieres / necesitas trabajar. Y respétalo. Aunque seas autónomo, no vuelques todos los esfuerzos y el tiempo de tu vida en el trabajo y calcula las horas que necesitas para conseguir los ingresos deseados. Tu vida familiar, social y el tiempo de ocio son pilares importantes que no debes descuidar. Además, cada vez más estudios confirman que un descanso óptimo aumenta el rendimiento en las horas de trabajo. Cuida tu salud y tu entorno personal.
7. Busca el espacio de trabajo adecuado para desempeñar tus tareas. Tan necesaria es una correcta planificación y metodología de trabajo como un lugar óptimo para poder desarrollarlo. Si puedes trabajar en casa, acondiciona una estancia completa a modo de despacho o, como alternativa, busca un espacio de coworking en tu ciudad y aprovecha las sinergias y oportunidades profesionales que estas oficinas compartidas generan.