Eventos deportivos: los promotores de carreras inventan nuevas fórmulas

Uno de los sectores más golpeados por la crisis sanitaria actual es el de los eventos deportivos populares. Congregar a miles de personas para compartir una pasión común en un espacio público parece a día de hoy un acto de fe con una fecha lejana en el calendario. Y eso que España vive desde hace años un ‘boom’ de eventos deportivos populares: carreras urbanas, de montaña, triatlones, marchas cicloturistas, competiciones de mountain bike, pruebas de obstáculos, etc.

Pero el coronavirus ha frenado de golpe ese vertiginoso crecimiento . Prácticamente la totalidad de eventos deportivos han sido cancelados, lo que ha llevado al sector a un agujero económico que ha acarreado importantes pérdidas. Además, las expectativas para un futuro a corto plazo no son precisamente halagüeñas. Por eso, los principales promotores de estos eventos multitudinarios se han readaptado a las circunstancias sociales creando retos deportivos inéditos con formatos novedosos.

Así, la proliferación de carreras virtuales es una realidad ya consolidada. Luis Género es director de la startup Racetick, una plataforma online de inscripciones a eventos de carácter deportivo : «En nuestro caso hemos apostado por las pruebas Open, que son diferentes desafíos que lanzamos a nuestros seguidores para que cada persona pueda correr en el lugar y la fecha que desee. Elegimos una distancia y una modalidad, por ejemplo 10 kilómetros de running, y para participar solo deben registrarse y acreditar mediante una aplicación o reloj deportivo la marca lograda».

Por su parte el Maratón de Madrid, una de las carreras más multitudinarias y mediáticas del país, decidió suspender por dos veces su celebración en las calles de la capital; primero en abril y luego en octubre. Finalmente, apostaron por un maratón virtual durante la cuarentena. «Logramos que participaran más de 10.000 deportistas desde sus hogares. Algunos lo hicieron en una cinta, otros en una bici estática o en la elíptica, e incluso algunos en el pasillo. Entendíamos que debíamos mantener viva la llama del Maratón de Madrid e inspirar a la población para que siguiese haciendo deporte», comenta David Rumbao, director de marketing del evento.

Aunque si hay una competición que ha conseguido mantener parte de sus ingresos intactos, esa ha sido la Maratón de Londres . El evento británico tampoco dudó en lanzar su formato virtual, logrando agotar las 45.000 inscripciones disponibles en 87 países. Su dorsal, con un coste superior a los 20€, da derecho a los participantes a recorrer 42 kilómetros en cualquier rincón del mundo el próximo 4 de octubre y registrar su crono en la aplicación oficial. A cambio recibirán su medalla ‘finisher’ y una camiseta técnica deportiva.

Sea como fuere, no parecen existir alternativas más motivadoras para la promoción del deporte y la actividad física en esta situación de pandemia. O tal vez sí. A lo largo del mes de octubre el Parque Natural del Montseny acogerá un desafío con un modelo inédito y rompedor al que se ha bautizado con el nombre de Santafe Open Road Cycling. Su ideólogo, Luis Género, explica cómo lo hará posible: «La experiencia para los participantes será completamente nueva. El reto exige coronar tres puertos completando un recorrido de 113 kilómetros y cada ciclista podrá hacerlo el día y en el horario que quiera. Es un concepto arriesgado e innovador, pero adaptado a los tiempos que vivimos. Confiamos en que tendrá éxito».

Desde el 13 de marzo, fecha en la que se anunció la declaración del estado de alarma, solo un evento deportivo con miles de participantes ha logrado salir adelante. Fue la emblemática Cursa de la Mercè, en Barcelona, que acogió el 19 y 20 de septiembre a 3.000 corredores modificando por completo su reglamento habitual y adaptando un estudiado protocolo de seguridad. El evento se dividió en dos jornadas (sábado y domingo), varias tandas de salida de 375 participantes cada una y una separación de 1.5 metros entre cada deportista. Nada que ver con el habitual cajón de 15.000 corredores que reunía cada temporada.