Primeros pasos para empezar un negocio

Antes de empezar

Para ponerse en marcha hay que tener en cuenta que con la idea no es suficiente, es necesario realizar una serie de trámites iniciales:

Estos trámites pueden ser:

- En el ámbito fiscal : Alta en Hacienda, dar de alta el NIF, realizar la declaración censal para todas las personas y entidades que desarrollen o vayan a desarrollar en territorio español una actividad u operación empresarial

- Ante la Seguridad Social : se debe inscribir la empresa en la Seguridad Social, dar de alta y afiliación a los trabajadores, formalizar la protección de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales y en su caso, tener a disposición de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social del libro de visitas del centro de trabajo.

- Comunicar la apertura de centro de trabajo por el empresario en el modelo oficial dentro del plazo de los 30 días siguientes a la apertura del centro de trabajo.

- Dependiendo de la actividad es posible que exista la necesidad de obtener la pertinente licencia de actividad y la autorización ambiental.

Una vez se decide seguir adelante es necesario conocer el formato legal que más se adapta a la idea de negocio. Se puede empezar como Empresario Individual o bien conformar una Sociedad.

Si se opta por empezar como Empresario Individual es obligatorio darse de alta como autónomo y, si la actividad que realiza para otra persona le genera el 75% de sus ingresos, tiene la consideración de trabajador autónomo económicamente dependiente .

En este momento empezar la empresa como autónomo sería el forma más sencilla, tanto en el coste mensual como por la actual subvención de las cuotas de la Seguridad Social que permiten una tarifa plana de 50 € al mes durante el primer año.
Si se decide desarrollar la actividad económica a través de una sociedad, hay que tener en cuenta que esta entidad se crea para ejercer la actividad empresarial, industrial o comercial, y se considera un sujeto de derechos y obligaciones.

Para que haya una sociedad debe haber una asociación de varias personas, excepto en la Sociedad Limitada Unipersonal. También debe haber un patrimonio común. Así en las sociedades de capital (sociedad anónima, sociedad de responsabilidad limitada y sociedad comanditaria por acciones), la aportación de los socios no puede consistir en trabajo, sino que debe tratarse de bienes que se pueden valorar económicamente.

No se consideran sociedades ni los préstamos participativos, ni las comunidades de bienes, ni la asociación de cuentas en participación en la que uno de los partícipes no participa en la actividad económica común.
Por eso es bueno considerar si la empresa va a contar con un número alto de ventas con importes grandes, si merece la pena plantearse una SL o una SLU, ya que se protege mejor el patrimonio del empresario a la hora de empezar el negocio y limitan sus responsabilidades. Por contra, el coste de la sociedad será mayor y más complejo que el de un autónomo.

Protección de datos de los clientes

Trabajar con datos personales de clientes obliga a cumplir con la Ley de protección de datos. Y con el Reglamento europeo de protección de datos, que entrará en vigor el 25 de mayo de 2018, con importantes cambios en el control de los usuarios o clientes de sus datos personales.

Además si se dispone de local abierto al público, habría que contratar un Seguro de Responsabilidad Civil, la colocación y posterior mantenimiento de extintores y otros sistemas contra incendios y los gastos derivados de la ocupación (luz, agua..).

Si consideras empezar trabajando desde casa, debes tener en cuenta que esto supone poder desgravarse el porcentaje de las factura que corresponda a esa actividad, por ejemplo, en el caso de la luz, el teléfono, el adsl o incluso los metros equivalentes al despacho desde donde se realicen las gestiones del negocio.

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