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Deducibilidad de las pérdidas por deterioro en empresas de reducida dimensión

Las empresas de reducida dimensión (ERD) tienen una ventaja significativa en términos fiscales cuando se trata de la deducibilidad de las pérdidas por deterioro de sus créditos. Te lo explicamos en este artículo.

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Esta posibilidad se extiende tanto a los deudores que al cierre del período impositivo se encuentran en situación de insolvencia, conforme a los criterios generales establecidos en la Ley del Impuesto sobre Sociedades (LIS), como a aquellos deudores respecto de los cuales no existe un riesgo cierto de insolvencia.

Deterioro de créditos en situación de insolvencia

De acuerdo con la LIS, las ERD pueden computar la deducibilidad de las pérdidas por deterioro dotadas sobre deudores que están en situación de insolvencia al cierre del período impositivo. La insolvencia se define generalmente como la incapacidad del deudor para cumplir con sus obligaciones financieras a medida que estas vencen. Este criterio permite a las ERD protegerse fiscalmente frente a la pérdida de valor de sus créditos, asegurando que las pérdidas sufridas por la insolvencia de sus deudores sean reconocidas y deducidas adecuadamente.

¿Qué pasa con los créditos sin riesgo cierto de insolvencia?

Además de los deudores insolventes, las ERD también pueden dotar pérdidas por deterioro sobre aquellos deudores respecto de los cuales no hay un riesgo cierto de insolvencia. Esto significa que incluso si un deudor no muestra signos claros de insolvencia, la empresa puede anticipar posibles pérdidas y dotar una provisión para cubrir estas eventualidades. Esta provisión actúa como una medida preventiva, permitiendo a las ERD gestionar mejor sus riesgos crediticios y mantener una posición financiera más sólida.

Pérdida por deterioro individualizada y global

Las ERD tienen la opción de dotar una pérdida por deterioro individualizada para los créditos en situación de posible insolvencia. Esta pérdida se calcula de manera específica para cada deudor, considerando su situación particular y el riesgo asociado. Por otro lado, también pueden dotar una pérdida global sobre el saldo de deudores no afectados por la pérdida por deterioro directa. Esta pérdida global se aplica de manera general a todos los deudores que no presentan un riesgo inmediato de insolvencia, proporcionando una cobertura adicional frente a posibles deterioros futuros.

Beneficios fiscales y gestión de riesgos

La capacidad de computar la deducibilidad de las pérdidas por deterioro ofrece varios beneficios fiscales a las ERD. En primer lugar, permite una reducción de la base imponible del impuesto sobre sociedades, lo que puede resultar en un menor pago de los impuestos. Además, esta práctica mejora la gestión de riesgos financieros, ya que las empresas pueden anticipar y prepararse para posibles pérdidas, manteniendo así una mayor estabilidad económica.

 

 

Deducibilidad de las pérdidas por deterioro
Deducibilidad de las pérdidas por deterioro

Límite de la pérdida por deterioro global

El saldo de la pérdida por deterioro calculada mediante el método global al final del período impositivo no puede superar el 1% del total de los deudores existentes al cierre de dicho período. Esta restricción tiene como objetivo aclarar que las pérdidas registradas bajo este concepto no son acumulativas. En caso de que existan pérdidas de períodos anteriores, el saldo de estas, sumado a la pérdida del período impositivo actual, no debe exceder el límite mencionado.

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