Anticipo de facturas con una póliza de crédito
Algunas pymes tienen dificultades para obtener financiación en forma de póliza de crédito, ‘factoring’ o descuento comercial. En estos casos pueden acudir a una póliza de crédito para el anticipo de facturas
Redactado por Apuntes&Consejos
Bancos reticentes
Cobros por transferencia. Muchas empresas cobran por transferencia a 30 o 60 días (o incluso a más, aunque la ley limite el plazo de pago a 60 días), y no disponen de ningún documento para poder negociar anticipos con la banca (como pagarés o recibos domiciliados). Ello dificulta su acceso a financiación:
- No pueden utilizar el descuento por no disponer de los documentos indicados.
- También les es difícil acceder al anticipo de facturas. Los bancos son reticentes a este producto, por su riesgo (no pueden reclamar de forma ejecutiva contra el deudor) y por la dificultad de control (una vez llegado el vencimiento no les es fácil verificar el ingreso realizado por el pagador).
Póliza de crédito. Por otro lado, puede darse el caso de que esas mismas empresas no puedan acceder a una póliza de crédito en cuenta corriente. Los bancos también son restrictivos con este instrumento de financiación, ya que, dado que la cuenta corriente ligada a la póliza admite cualquier tipo de cargo, puede haber un uso “no adecuado”. Por ejemplo, cuando la empresa utiliza la póliza para realizar pagos por adquisición de activos, o cuando recibe un impagado de difícil recuperación y lo deja cargado en la póliza sin solicitar financiación específica.
Alternativa
Póliza para anticipo. Pues bien, una alternativa de financiación que es de más agrado para las entidades financieras es la “póliza de crédito para el anticipo de facturas”. Su funcionamiento es como el de una póliza de crédito, pero los cargos en la póliza quedan restringidos y controlados por el banco. Vea un ejemplo:
- El banco abre una póliza de crédito hasta un límite determinado.
- Las disposiciones sobre ese límite se autorizan sólo cuando la empresa presenta facturas todavía no vencidas a cargo de sus clientes (por ejemplo, se autoriza una disposición del 80% o del 90% del importe de dichas facturas).
- Cuando llega el vencimiento y se recibe el cobro por transferencia (cobro que es monitorizado por el banco y que debe recibirse en la misma cuenta), el límite vuelve a quedar disponible.
Recomendación. En el caso de que se decida por esta opción es importante que las facturas anticipadas sean de los clientes de su empresa que más se ajusten a las fechas de pago, sin demoras ni ampliaciones de plazo. Esto es debido a que la entidad financiera verificará dichos ingresos para seguir realizando nuevas disposiciones.
Su funcionamiento es como el de una póliza de crédito, pero los cargos en la póliza quedan restringidos y controlados por el banco.
Costes Idénticos.
Al tratarse de una operación mediante póliza de crédito, sus costes serán prácticamente idénticos a los que pueda tener una póliza de crédito “clásica”: los costes de notaría, las comisiones de apertura y estudio como cualquier póliza de crédito, el tipo de interés vinculado a su utilización y la comisión por no disponibilidad (que suele ser de un 0, 25% trimestral).
La principal desventaja respecto a una línea de descuento o de anticipo de facturas radica básicamente en su renovación anual (en una línea de descuento o de anticipo no es necesaria su renovación anual a no ser que se modifique).