Reconocimiento de la gran invalidez a una trabajadora con trastorno mental

Esta decisión revoca la resolución previa del Juzgado de lo Social número 2 de Santander, que había declarado a la trabajadora como incapaz absoluta para todo tipo de trabajo, otorgándole una pensión vitalicia del cien por ciento de la base reguladora. El tribunal considera que la trabajadora necesita asistencia incluso para defender su propia vida, siendo un acto esencial.

Asistencia de otra persona para prevenir conductas agresivas

La gran invalidez se define cuando una persona requiere la asistencia de otra para realizar los actos más básicos de la vida diaria, como comer o vestirse. Sin embargo, en este caso particular, los magistrados consideraron que también debe incluirse como un acto esencial la defensa de la propia vida, que en el caso de esta trabajadora conlleva la necesidad de la presencia de una tercera persona.

La jurisprudencia del Tribunal Supremo ha reconocido la gran invalidez en situaciones en las que se necesita ayuda para prevenir actividades autoagresivas o evitar situaciones de peligro o riesgo . Aunque la norma se refiere principalmente a la asistencia en actos primarios elementales, como comer, vestirse o desplazarse, en este caso grave de trastorno mental, se considera que la continuada asistencia de otra persona es necesaria para prevenir conductas agresivas que puedan poner en peligro la seguridad propia o ajena.

Gran invalidez del sujeto incapacitado

La Sala establece que el concepto de acto esencial de la vida debe incluir la defensa de la propia vida y la integridad física. Por lo tanto, se considera apropiado declarar la gran invalidez cuando el sujeto incapacitado requiere la ayuda más genérica y trascendental de una tercera persona para protegerlo de situaciones de peligro o riesgo.

Es importante destacar que esta sentencia del Tribunal Superior de Justicia no es firme y puede ser impugnada mediante un recurso de casación para la unificación de doctrina ante la Sala Cuarta del Tribunal Supremo.

Defensa de la propia vida

Por lo tanto, la decisión de la Sala de lo Social del TSJ de Cantabria de reconocer la gran invalidez a esta trabajadora con trastorno mental, antecedentes de suicidio y persistencia de ideas autolíticas, refuerza la importancia de garantizar la protección y asistencia adecuada a personas que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad extrema . Además, sienta un precedente importante al ampliar la interpretación de los actos esenciales de la vida para incluir la defensa de la propia vida en casos de trastornos mentales graves.