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¿Puedo acogerme a los incentivos fiscales para las empresas de reducida dimensión?

Los incentivos fiscales para las empresas de reducida dimensión en España son una herramienta clave para fomentar el crecimiento y la estabilidad de las pequeñas y medianas empresas (PYMES). Te lo detallamos en este artículo.

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Los incentivos fiscales para las empresas de reducida dimensión están diseñados para aliviar la carga fiscal y proporcionar un entorno más favorable para la inversión y la expansión. Para que una empresa pueda beneficiarse de estos incentivos, debe cumplir ciertos requisitos específicos.

Cifra de negocios inferior a 10 millones de euros

El primer requisito es que la empresa debe tener una cifra de negocios inferior a 10 millones de euros en el período impositivo inmediato anterior. Este criterio es fundamental, ya que define qué empresas son consideradas de reducida dimensión y, por lo tanto, elegibles para los beneficios fiscales. La cifra de negocios es el importe neto de los ingresos obtenidos por la empresa en sus actividades ordinarias, excluyendo el IVA y otros impuestos indirectos. Este límite de 10 millones de euros asegura que los incentivos se dirijan a las empresas que realmente necesitan apoyo para crecer y competir en el mercado.

Reserva de nivelación

Uno de los principales beneficios fiscales para las empresas de reducida dimensión es la reserva de nivelación. Este mecanismo permite a las empresas minorar su base imponible positiva hasta el 10% de su importe, con un límite de 1 millón de euros. La reserva de nivelación es una herramienta valiosa para las empresas, ya que les permite reducir su carga fiscal en los años en que tienen beneficios, creando un colchón financiero que puede ser utilizado en años de menor rendimiento. Esta flexibilidad es crucial para las PYMES, que a menudo enfrentan fluctuaciones en sus ingresos y necesitan mecanismos que les permitan gestionar mejor su liquidez.

Otro incentivo importante es la libertad de amortización de los elementos nuevos del inmovilizado material, inversiones inmobiliarias y del inmovilizado intangible. La amortización es el proceso de distribuir el coste de un activo a lo largo de su vida útil. La libertad de amortización permite a las empresas acelerar este proceso, deduciendo mayores cantidades en los primeros años de vida del activo. Esto reduce la base imponible y, por lo tanto, la carga fiscal en esos años, liberando recursos que pueden ser reinvertidos en la empresa. Este incentivo es especialmente beneficioso para las empresas que realizan inversiones significativas en tecnología, maquinaria y otros activos que son esenciales para su crecimiento y competitividad.

Pérdidas por deterioro de los créditos por posibles insolvencias

Las pérdidas por deterioro de los créditos por posibles insolvencias de deudores también son deducibles para las empresas de reducida dimensión. Este incentivo permite a las empresas deducir las pérdidas estimadas por la posible insolvencia de sus clientes, lo que reduce su base imponible y, en consecuencia, su carga fiscal. La deducción de estas pérdidas es crucial para las PYMES, que a menudo enfrentan riesgos significativos de impago por parte de sus clientes. Este incentivo proporciona una medida de protección contra estos riesgos, ayudando a las empresas a mantener su estabilidad financiera.

Incentivos fiscales durante los tres períodos impositivos siguientes

Es importante destacar que si una empresa supera los 10 millones de euros de cifra de negocios en un período impositivo, podrá seguir aplicando los incentivos fiscales durante los tres períodos impositivos siguientes, siempre que haya cumplido las condiciones en los dos períodos impositivos anteriores. Este mecanismo de transición asegura que las empresas que crecen y superan el límite de cifra de negocios no pierdan inmediatamente los beneficios fiscales, permitiéndoles adaptarse gradualmente a la nueva situación fiscal. Esta medida es esencial para fomentar el crecimiento sostenible de las PYMES, asegurando que los incentivos fiscales no se conviertan en una barrera para su expansión.

Incentivos fiscales para las empresas de reducida dimensión
Incentivos fiscales para las empresas de reducida dimensión

Cómo se determina la cifra de negocios

Si el ejercicio anterior fue el primero de la actividad la cifra de negocios debe elevarse al año. Sólo deben computarse los ingresos derivados de las actividades ordinarias, y no los derivados de la venta de activos.

La cifra de negocios, por lo tanto, se determina según el volumen de ventas (sin IVA), una vez restadas las devoluciones de ventas, los rappels y los descuentos. Las subvenciones sólo se computan como ingreso si están relacionadas con el precio de un producto, pero en ningún caso si están destinadas a la realización de inversiones.

Deberá computarse la cifra de negocios de aquellas sociedades que formen parte del mismo grupo, o del grupo familiar. También deben computarse los ingresos de actividades económicas desarrolladas por cuenta propia. Para calcular la cifra de negocios total, deberá descontar las ventas cruzadas efectuadas entre empresas del grupo.

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