Consejos sobre la desconexión digital para los trabajadores de tu empresa

En la actualidad, la digitalización de la economía y los entornos laborales ha generado importantes cambios en las condiciones de trabajo. Esta transformación ha influido en la organización, planificación y evaluación laboral, afectando las relaciones laborales, los derechos de los empleados y generando nuevas formas de organización del trabajo. Sin embargo, junto con estas ventajas también surgen algunos riesgos, especialmente en términos de ergonomía y psicología laboral.

Respetar el derecho a la desconexión digital de sus trabajadores

Para garantizar un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal, tanto las empresas públicas como privadas están obligadas a respetar el derecho a la desconexión digital de sus trabajadores, tal y como se establece en la Ley Orgánica 3/2018 de Protección de Datos Personales y Garantía de los Derechos Digitales, y en la Ley 10/2021 de Trabajo a Distancia.

En este sentido, los empleadores tienen una serie de obligaciones para asegurar este derecho fundamental:

1. Elaborar una política interna de desconexión digital, que establezca directrices claras sobre los límites y momentos de desconexión.
2. Consultar con los trabajadores o sus representantes de manera previa a la implementación de esta política, para fomentar la participación y el consenso.
3. Establecer medidas concretas para favorecer la desconexión digital, como la limitación de la disponibilidad de dispositivos fuera del horario laboral.
4. Implementar reglas de disponibilidad en aquellos puestos de trabajo que lo requieran, definiendo los momentos en los que los empleados deben estar disponibles y los momentos en los que pueden desconectar.
5. Desarrollar acciones de formación y sensibilización para toda la plantilla, con el fin de concienciar sobre los riesgos de la hiperconexión y promover prácticas saludables.

Sobreexposición tecnológica y la conectividad permanente

La sobreexposición tecnológica y la conectividad permanente, propiciadas por el uso de dispositivos digitales, pueden tener efectos negativos en la salud mental, cardiovascular y musculoesquelética de los trabajadores. Por lo tanto, el derecho a la desconexión digital juega un papel crucial en la protección de la salud y el bienestar de los empleados, así como en la promoción del descanso, la intimidad personal y familiar, y la conciliación entre el trabajo y la vida personal.

La implementación efectiva de la desconexión digital requiere de la colaboración y compromiso tanto de los empleadores como de los empleados . La formación y la sensibilización son elementos clave para promover este derecho y prevenir los riesgos asociados a la hiperconectividad. Es fundamental que todos los trabajadores comprendan los posibles riesgos y conozcan las medidas preventivas necesarias.

Las jefaturas y los mandos dentro de la organización tienen un papel fundamental como promotores de una cultura de salud y bienestar digital . Su compromiso y ejemplo ayudan a establecer un entorno laboral saludable, fomentando la desconexión digital como una práctica beneficiosa tanto para los empleados como para el rendimiento de la empresa.