Qué debes saber antes de trabajar en un Coworking
Algunas empresas que empiezan su actividad o que quieren reducir gastos se están planteando trabajar en un ‘coworking’. Vea cómo funcionan este tipo de oficinas y qué aspectos debe tener en cuenta si las contrata.
Redactado por Apuntes&Consejos
¿Qué es el ‘coworking’?
El coworking es una forma de trabajo que se ha puesto de moda en los últimos años y que consiste en que varios profesionales o empresas comparten una misma oficina. Así disponen de unas instalaciones adecuadas para realizar su actividad (sin asumir grandes costes) y establecen contacto con las otras empresas y profesionales con quienes comparten espacio (lo cual puede propiciar posibles colaboraciones).
Espacio y servicios. El contrato de coworking regula las relaciones entre el propietario del espacio (o la empresa que lo gestiona) y el profesional o empresa que lo utiliza (el coworker ). El objeto de estos contratos suele ser, por un lado, el alquiler de una parte del local, y por otro lado, una prestación de servicios (pues el cliente tiene acceso a servicios “comunes”: impresoras, sala de reuniones, cocina, recepción de llamadas, correo y paquetería...). Como estos contratos se rigen por las condiciones que las partes acuerden, vea qué le interesa pactar.
Condiciones del contrato de coworking
Contrato. En el contrato debe quedar claro el espacio al que tendrá acceso (número de puestos de trabajo o superficie, por ejemplo), qué servicios comunes quedan incluidos y el precio (que dependerá, lógicamente, del espacio y de los servicios contratados). Tenga en cuenta:
- Servicios. Compruebe el alcance y condiciones de dichos servicios: las dimensiones de las salas de reuniones, cuánto tiempo podrá disponer de ellas o qué número de reuniones podrá hacer, si algún servicio comporta un sobrecoste, etc.
- Recepción. Preste atención a las condiciones en que se prestará el servicio de recepción de llamadas (y de correo postal y paquetería), pues un mal o insuficiente servicio puede tener una incidencia directa en su actividad.
- Horario. Asimismo, compruebe los horarios de acceso al espacio y de utilización de los servicios comunes (en estos contratos se suele permitir el acceso de los profesionales en todo momento, pero normalmente los servicios centrales están limitados al horario o jornada laboral).
- Autorizados. También es importante definir qué empresa o profesionales podrán acceder al espacio contratado. En muchos contratos de este tipo se limita la posibilidad de ceder la utilización del espacio a otras empresas (aunque sean del mismo grupo que el cliente). Por tanto, valore previamente qué profesionales necesita que utilicen el espacio.
Domicilio social y rótulos
Al pactar el plazo de duración del contrato preste atención al preaviso con el que deberá notificar al propietario su voluntad de ponerle fin. Intente que sea corto (uno o dos meses, por ejemplo), por si decide cambiar a otro coworking o a unas oficinas propias. Asimismo, tenga en cuenta:
- Placas y rótulos. Verifique que el contrato le permite poner su logo en una placa en la entrada (junto con el de los demás coworkers ), para que sus clientes puedan identificarlo.
- Domicilio social y fiscal. Es habitual que los profesionales o empresas que recurren al coworking utilicen este espacio como su domicilio social o fiscal (pues es donde desarrollan su actividad). En ese caso, deje claro en el contrato que podrá hacer uso del espacio para esa finalidad. Le exigirán que se comprometa a trasladar dicho domicilio social o fiscal en un plazo corto tras la terminación del contrato, dadas las consecuencias que puede comportar no hacerlo (por ejemplo, si sigue recibiendo notificaciones en dicho domicilio).
