Posibles cambios para financiar las pensiones
Aunque el nuevo ministerio se denominada de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, su titular parece que, como se esperaba, donde va a poner más atención es en gestionar el sistema de la Seguridad Social para que sea perdurable, mediante la racionalización del gasto y los ingresos.
Redactado por Enrique García Tomas - Asesor Laboral
José Luis Escrivá ha anunciado como prioridad en su gestión implantar un ingreso mínimo vital, seguramente para justificar el cometido de inclusión de su cartera ministerial. Sin embargo, ha puesto más énfasis en su pretensión de poner en práctica ideas que había manifestado siendo presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, como cargar a los Presupuestos Generales del Estado el gasto de funcionamiento del sistema, que ahora soporta el presupuesto de este.
También eliminar las reducciones en las cotizaciones que hay establecidas para favorecer las políticas de empleo, las cuales tendrían que sufragarse con cargo al Ministerio de Trabajo y Economía Social. Pretende asimismo sanear las cuentas suprimiendo las subvenciones implícitas a regímenes especiales y las prestaciones por maternidad y paternidad; lo cual parece más difícil de llevar a cabo que lo mencionado anteriormente, pues dejar de subvencionar mediante reducción de cotizaciones algunos regímenes especiales, puede llevar a la minoración del número de cotizantes en los mismos, mientras que zafarse del pago que las prestaciones por maternidad y paternidad no puede hacerse sino endosándoselo a alguno de los nuevos departamentos ministeriales con competencias en protección social, para los que habría que habilitar un presupuesto vía impuestos.
Dejar de subvencionar mediante reducción de cotizaciones algunos regímenes especiales, puede llevar a la minoración del número de cotizantes.
Un acierto para no aumentar el coste social de las empresas, aunque a costa del Servicio Público Estatal de Empleo, es la idea que tiene el ministro de bajar el porcentaje de cotización por la contingencia de desempleo, que ahora da superávit al sistema, y aumentar la reducción resultante al porcentaje correspondiente a financiar las pensiones, cuyas cuentas son muy deficitarias. Si lo lleva a cabo, también debería pensar en una cuota única para los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales, cuya aplicación diera una recaudación global algo inferior al promedio de la que actualmente se recauda de forma parecida a la de los seguros privados: con arreglo al riesgo de cada actividad. Podría hacerse por solidaridad y porque con la aplicación de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales cada vez el gasto tiende a ser menor. Aparte de que esa cuota ya es fija en el régimen de autónomos .
