Despido a trabajadora por ir a la peluquería en horario laboral y manipular fichajes
El Tribunal Superior de Justicia del País Vasco ha ratificado la procedencia del despido de una trabajadora, directora de una sucursal bancaria, por ausentarse de su puesto de trabajo para asuntos personales, como acudir a la peluquería, y falsear el registro horario.
Redactado por Espacio Pymes
La sentencia considera que la conducta de la empleada constituyó un "incumplimiento grave y culpable" de los deberes laborales.
Según el fallo, la trabajadora incumplía su horario de forma reiterada, con entradas tardías de hasta 59 minutos y salidas anticipadas de más de dos horas sin justificación. Además de las visitas a la peluquería, se demostró que manipulaba sus fichajes y cedió su contraseña de seguridad a un tercero.
La entidad bancaria argumentó que estas ausencias, en una oficina unipersonal, provocaron que varios clientes quedaran desatendidos fuera de la sucursal, afectando gravemente al servicio y a la imagen del banco. La cesión de la clave personal también supuso la desactivación de la alarma, generando un riesgo adicional de seguridad.
Transgresión de la buena fe contractual y el abuso de confianza
Se trata de un "despido disciplinario fundado en incumplimientos graves y culpables de la trabajadora, basado en la transgresión de la buena fe contractual, así como en el abuso de confianza en las gestiones encomendadas" según Miguel Capel, socio del área Tax & Legal de RSM y especialista en Derecho Laboral.
El abogado subraya que el tribunal consideró que, a pesar de la dilatada antigüedad de la empleada en el banco, su actuación "quebró los más esenciales deberes de lealtad, probidad y confianza que debe presidir toda relación laboral". Capel añade que la transgresión de la buena fe contractual "no admite graduación posible en el ámbito laboral" y supone "insoslayablemente la pérdida de la confianza depositada".
Consecuencias del despido disciplinario y la importancia del control horario
El fallo judicial establece que, al ser un despido disciplinario declarado procedente, la trabajadora no tiene derecho a percibir indemnización. Capel aclara que los despidos de esta índole no conllevan indemnización, salvo que sean reconocidos o declarados improcedentes por el tribunal.
No obstante, el especialista indica que la calificación jurídica del despido es irrelevante a efectos del derecho a la prestación por desempleo. Si la persona trabajadora reúne los requisitos necesarios, tendrá derecho a cobrar el paro aunque el despido haya sido declarado procedente .
Los registros de jornada fueron cruciales para acreditar los incumplimientos y demostrar que la jornada laboral real difería de la pactada, siendo una prueba considerada "objetiva y fiable" por los tribunales, siempre que el sistema garantice su trazabilidad y no manipulación.
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