El 55% de las empresas españolas ha experimentado impagos en el último año

El estudio revela que el 55% de las empresas españolas ha experimentado impagos en el último año, aunque esta cifra ha disminuido ligeramente respecto al año anterior. Sin embargo, la principal causa de estos retrasos sigue siendo la misma: los problemas financieros de los deudores . A esto se suman los problemas administrativos y, en algunos casos, las demoras intencionadas.

¿Qué supone esta cifra de impago en la economía?

Los retrasos en los pagos tienen un coste económico significativo. En España, estos retrasos suponen cerca de 3.000 millones de euros al año para el tejido empresarial. Además, la demora media española sigue siendo superior a la europea, lo que coloca a las empresas españolas en una posición desfavorable en el mercado global.

La principal causa de los impagos sigue siendo la falta de liquidez de las empresas deudoras. En segundo lugar, los errores administrativos, la falta de comunicación y los sistemas de gestión ineficientes también contribuyen a estos retrasos.

Algunas empresas utilizan los retrasos en los pagos como una forma de financiación a corto plazo.

Consecuencias directas de la morosidad

A pesar de algunas mejoras, los retrasos en los pagos continúan afectando la liquidez de las empresas y obstaculizando su crecimiento. Las empresas acreedoras pueden experimentar problemas de tesorería, lo que dificulta su propia actividad. Los retrasos en los pagos pueden llevar a estas empresas a recurrir a fuentes de financiación más caras. La morosidad puede dañar las relaciones entre empresas y generar un clima de desconfianza.

Un régimen sancionador más estricto podría mejorar el problema

El propio estudio plantea varias soluciones para combatir la morosidad:

• Aunque el número de empresas que aplica intereses de demora ha disminuido, esta medida sigue siendo una herramienta eficaz para incentivar el pago puntual.
• Un mayor número de empresas considera que un régimen sancionador más estricto ayudaría a mejorar el cumplimiento de los plazos de pago.
• La publicación de malos pagadores es considerada la más efectiva para cambiar el comportamiento de los deudores.
• Por otro lado, el reconocer a las empresas que cumplen con sus obligaciones de pago puede incentivar a otras a hacer lo mismo.
• La formación en gestión de cobros puede ayudar a las empresas a prevenir y gestionar los impagos.
• Implantar códigos de conducta sectoriales pueden establecer normas claras y transparentes en materia de pagos.

Según la Ley, ¿Cuál es el plazo máximo de pago?

El plazo estándar para pagar una factura es de 30 días naturales . Sin embargo, este plazo puede variar dependiendo de acuerdos entre las partes, procedimientos de verificación y la agrupación de facturas. El límite máximo establecido por ley es de 60 días.

Plazo general de 3 0 días naturales es el plazo máximo para pagar una factura, a menos que se acuerde un plazo diferente entre las partes. Se cuenta a partir de la fecha de recepción de los bienes o servicios.

El proveedor debe enviar la factura en los 15 días siguientes a la entrega o prestación del servicio.

Plazos especiales. Si se establece un proceso para verificar la conformidad de los bienes o servicios, este no puede durar más de 30 días. El plazo de pago comenzará a contar desde la finalización de este proceso.

Si el contrato establece un plazo diferente, este será válido siempre y cuando no supere los 60 días . La recepción de una factura electrónica iniciará el conteo del plazo, siempre que se garantice su autenticidad.

Agrupación de facturas

Se pueden agrupar varias facturas en una sola, siempre y cuando el período no supere los 15 días. El plazo de pago se contará a partir del punto medio del período de agrupación. El plazo total de pago no puede exceder los 60 días.